lunes, 26 de junio de 2017

"Un cóctel explosivo": las nueve drogas más consumidas en las maratones sexuales

Un estudio de BCN Checkpoint, organización que diagnostica el 40% de los casos de VIH en Cataluña, advierte del peligro de esta práctica y de su relación con la enfermedad


Las drogas más utilizadas en el chemsex. (iStock)

Hasta que el cuerpo aguante. Esa es la filosofía del chemsex, una práctica que consiste en consumir drogas estimulantes o inhibidoras a la hora de mantener relaciones sexuales. "Es un cóctel explosivo para la salud. La sensación de cansancio desaparece, lo que hace que las sesiones puedan llegar a durar un par de días sin comer o dormir", asegura Pep Coll, médico asociado a la Fundación GeSIDA y uno de los autores de 'Las 99 preguntas sobre el chemsex'.



Según explica, esta práctica ha logrado hacerse un hueco en el colectivo LGTBI en los últimos años, destacando su desarrollo en grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Por esta razón, son varios los médicos que subrayan los riesgos que entraña el chemsex de cara al World Pride, que arranca este viernes en la capital. "Se trata de un fenómeno minoritario, alrededor del 6% del colectivo lo practica en la actualidad, pero con tendencia al alza", señala Coll.


Las quedadas se organizan a través de aplicaciones de geolocalización, que permiten a sus usuarios comunicarse con otras personas que se encuentran en la misma zona. "Puede darse en clubes, bares o saunas, pero lo más habitual es que se convoquen fiestas privadas a través de las APPs. Simplemente crean un perfil diciendo que buscan rollo o fiesta y entonces se organizan los grupos", explica Coll.

En lo que se refiere a las drogas, un estudio de BCN Checkpoint, organización que diagnostica el 40% de los casos de VIH en Cataluña, destaca el consumo de nueve sustancias: los poppers, la marihuana, la cocaína, el éxtasis, el GHB, las anfetaminas, la metanfetamina, la ketamina y la mefedrona. "Si incluimos el alcohol en este listado, el 62,4% de los hombres que acudió a realizar la prueba de VIH en 2016 reconoció haber consumido alguna de las diez para mantener relaciones sexuales en los últimos seis meses", explica Michael Meulbroek, uno de los responsables de la investigación.

De todos modos, Coll apunta a que "las tres que más caracterizan el chemsex son el GHB, la mentanfitamina o tina, que es como se conoce en la calle, y la mefedrona". La primera de ellas se utilizaba en los años sesenta de anestésico y, entre otros efectos, provoca la desinhibición del que la consume. "Aquellos que la utilizan con frecuencia acaban desarrollando una fuerte adicción y el síndrome de abstinencia a la hora de desengancharse es bastante fuerte", explica Coll. En dosis bajas, la droga tiene un efecto de euforia, pero en mayores cantidades actúa como sedante y puede llegarse a la inconsciencia e incluso la muerte.

Un efecto similar provoca la metanfetamina, que facilita la pérdida de la noción del tiempo y, al mismo tiempo, actúa como estimulante para la actividad física. Todo ello, eso sí, acompañado de un aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial que pueden resultar fatales. Por último, la mefedrona es una droga que no se ilegalizó hasta 2011 y que todavía se utiliza de fertilizante para plantas o incluso de aromatizante en algunos productos de limpieza. Sus efectos son similares al de las dos anteriores.
Asociado al riesgo de infección por VIH

Más allá del peligro que conlleva el consumo de estas drogas, Coll apunta al contagio de enfermedades de transmisión sexual entre los que participan en estas orgías. "Sabemos que es habitual no utilizar el preservativo y tenemos datos sobre cómo el riesgo de contraer el VIH se multiplica por cuatro en el chemsex", explica. Además de la falta de protección, el médico subraya también el uso de las mismas jeringuillas a la hora de inyectarse algunas de las drogas.

Aunque tanto la Fundación GeSIDA como BCN Checkpoint insisten en la importancia de utilizar condón para evitar el contagio de ETs, en el caso del VIH sugieren también el uso la profilaxis pre-exposición (Prep), un tratamiento que exige tomar una pastilla a diario y tiene una eficacia cercana al 99% a la hora de prevenir el contagio de esta enfermedad. En nuestro país no está permitida la venta de dicho fármaco, pero cada vez son más los que lo compran en el extranjero o se apuntan a ensayos clínicos para acceder a él. A esto se suma su aprobación por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en 2016, al igual que ha ocurrido en países como Francia o Noruega.


El director de BCN Checkpoint, Ferran Pujol, señala en este sentido que uno de los objetivos de su organización es el "seguir presionando a la Administración para que apruebe cuanto antes el uso de este tratamiento en España", y es que considera que "los argumentos que plantean para no aprobarlo son en muchos casos una excusa dilatoria". Una postura similar mantienen en la Fundación GeSIDA, que este mismo jueves organizaba una rueda de prensa para pedir a las autoridades sanitarias "que agilicen la autorización y el estudio de implantación".

El Confidencial se ha puesto en contacto con el Ministerio de Sanidadpara preguntarles al respecto y aseguran que se está "coordinando la elaboración de un protocolo de estudio de evaluación de factibilidad de este fármaco en el Sistema Nacional de Salud con las Comunidades Autónomas que han mostrado interés". De todos modos, por el momento no tienen una fecha concreta para ello.

http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-06-26/orgullo-gay-madrid-world-pride-drogas-chemsex_1404222/



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