martes, 25 de agosto de 2015

¿Cómo preparar yogurt casero?

Si te gusta el yogurt casero muy atentos a esta guía con la cual tendréis la oportunidad de preparar vuestro propio postre.

Yogurt con fresas

En anteriores tutoriales os hemos dado consejos sobre cómo podéis preparar algunos productos muy recomendables para superar el calor del verano. Hoy lo que queremos es hablaros de cómo preparar yogurt casero. Seguro que os habéis planteado que el yogurt es un artículo de diario que podéis adquirir en cualquier supermercado sin dificultades. Pero podéis confiar en nosotros cuando os decimos que prepararlo de manera doméstica os alegrará mucho la vida, dado que el sabor será mucho más delicioso y además tendréis la satisfacción de haberlo preparado vosotros mismos.

¿Qué ingredientes necesito?

Tan fácil como tener a nuestra disposición dos ingredientes y luego el habitual repertorio de herramientas que no puede faltar. Por un lado 1 litro de leche. Por otro lado un yogurt desnatado. Con eso ya estaremos preparados. ¿Cómo puede ser tan fácil y que nadie lo haya pensado antes? En realidad sí lo han pensado muchas personas, así que no dudes en ponerte las pilas para comenzar a preparar tu propio yogurt casero.

¿Cómo preparamos yogurt casero?

El primer paso es poner la leche a calentar, pero tenemos que vigilar el cazo donde la hayamos puesto, porque es fundamental que impidamos que hierva. Si tenemos control de temperatura en el fuego lo que haremos será tener constancia de que durante el tiempo que la leche esté en el cazo, no supere los 90 grados como máximo. Esto nos permitirá obtener el resultado necesario. Una vez alcanzada la temperatura que hemos indicado, habrá que dejar la leche en el fuego durante un total de 5 minutos.

Después de lograr dejar la leche a esta temperatura tendremos que reducirla a un total de 45 grados, para lo cual deberemos dejar enfriar la leche. Es importante que dejemos enfriar la leche hasta este momento debido a que es un proceso imprescindible a la hora de acabar con todas las bacterias que se pueden generar en el proceso. Las bacterias pueden ser muy nocivas y acabar echando a perder el yogurt, así que este es un paso que no deberíamos dejar pasar por ninguno de los motivos.

Ahora que la leche ya ha alcanzado una temperatura moderada es momento de seguir trabajando con ella para seguir al siguiente paso. El enfriamiento nos ha ahorrado las bacterias y también ha dejado el líquido en un estado adecuado a nivel de temperatura. En este caso tenemos que echar la leche en una botella de vidrio. También serviría un envase fabricado con barro, algo bastante tradicional en muchos hogares (si le preguntáis a vuestra abuela es posible que os lo facilite). Pero si no queréis complicaros lo mejor es el vidrio. Optemos por una u otra opción, lo que os tenéis que asegurar es de no elegir un recipiente metálico.

Después de poner la leche en el recipiente tendremos que comenzar con la mezcla del yogurt. ¿Os acordáis que os dijimos que el yogurt debía ser desnatado? No es que sea imprescindible, pero os aseguramos que os va a quedar un producto de mejor sabor y que además será un poco más sano. Pues ahora lo que tenemos que hacer es sacar dos cucharas grandes de este yogurt y meterlas en el recipiente de la leche. A continuación lo mezclamos todo con suavidad, pero sin parar para que se pueda crear una mezcla sólida entre los dos productos, la leche y el yogurt.

Con la temperatura previa en mente, la de unos 45 grados, tenemos que asegurar que la mezcla se mantendrá a lo largo de un periodo de seis horas. Para que se produzca la mezcla de forma ideal tendremos que tapar el recipiente que hayamos usado para combinar los ingredientes. Si no tenéis el tape del envase de vidrio, lo que sin duda sería lo ideal, también podríais recurrir a un paño. No obstante, siempre es recomendable la propia tapa original del envase.

Ingredientes del yogurt casero

¿Qué ocurre cuando han pasado las 6 horas de reposo que os hemos pedido para la mezcla? En ese momento será cuando veréis que la leche ha pasado a tener un aspecto distinto. Habrá cuajado siempre con una superficie e interior homogéneos. Te tiene que dar la sensación de que todo el producto tiene un aspecto similar. Si tienes dudas de si ha acabado quedando de forma correcta lo mejor que puedes hacer es probar la mezcla y ponerla a prueba. Aunque el yogurt puede ser un poco ácido en algunos casos, tendrás que apreciar si realmente parece ácido o si el sabor es más lácteo. Si es ácido lo mejor que te podemos recomendar es que dejes reposar un poco más la mezcla. Deberás tener un poquito más de paciencia.

Después de un buen rato, que puede ser una o dos horas, para no arriesgarte a que te ocurra lo mismo, el yogurt sí que tendrá que tener el exacto aspecto de los productos comerciales. Además, el aroma y sabor que tendrá cuando te acerques a él no será ácido, sino de lácteo. Una vez confirmado que el sabor es el adecuado, podrás meter el yogurt en la nevera y dejarlo enfriar. Ya sabes que este es un postre que conviene disfrutar frío.

Si no sabes cuándo te comerás el yogurt, intenta no arriesgarte a dejarlo demasiado tiempo en la nevera. Lo mejor es comérselo en un plazo de alrededor tres días. Bajo teoría puede llegar a permanecer en buen estado durante una semana, pero no siempre nos apetece llevarlo al extremo, dado que siempre pueden aparecer factores que nos alejen de su consumo en el momento adecuado.

De una manera tan sencilla como esta tendremos yogurt casero de gran calidad, buen sabor y de ese tipo de estilo casero que solo es equiparable por otros postres preparados en el hogar. Este es un buen postre que podemos compartir con nuestros invitados, de tipo muy clásico y funcional, que gusta a todo el mundo y que además se puede combinar con un poco de azúcar o miel, dependiendo del estilo de sabor que le queramos proporcionar. Este verano será una receta que muchas personas podrán disfrutar con facilidad.

http://www.quecomoquien.es/tutoriales/como-preparar-yogurt-casero.html

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