sábado, 20 de junio de 2015

¿Crees que puedes tener problemas de autoestima?

Como todos sabemos, las personas necesitan el reconocimiento de sus obras, para así sentirse felices, contentos y en paz. Siempre y cuando nos sintamos valorados y queridos por aquellos que nos rodean (no sólo en nuestro entorno más cercano, como pueden ser nuestra pareja, familiares o amigos, sino en el entorno laboral en sí), nuestra autoestima estará en el lugar que le correspondería para sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás.

Ésta es la idea tradicional del autoestima, la búsqueda constante de reconocimiento en el otro pero a mí me invita a pensar en la dependencia en el otro, en los ojos del otro, en actuar en función de cómo lo ven los demás en lugar de pensar en cómo lo ve uno mismo.

Me parece, como opinión personal, que es un término erróneo de autoestima pues parece que la confianza que uno tiene en uno mismo está supeditada a la opinión de los demás en vez de a la propia. ¿No se puede ser diferente a los demás, opinar y actuar diferente sin que eso no implique que valemos menos? ¿O es que acaso a todo el mundo tiene que gustarle lo que haces o si no está mal?

Creo que la autoestima siempre tiene que partir de una mirada hacia nosotros mismos, es qué opinamos de nosotros, de lo que sentimos, porqué tomamos ciertas decisiones y si uno puede vivir con ellas. Es sentirse a gusto dentro de la propia piel, sin necesidad de que alguien lo confirme.

Por supuesto, uno se siente bien cuando es reconfortado por el otro, pero no siempre vamos a tener un otro que nos halague o nos acaricie verbalmente. Uno se puede apoyar en los demás y coger fuerzas, pero no depender de un otro que puede estar ausente o excesivamente presente.

Algunos autores consideran que la baja autoestima consiste en declararnos culpables en un juicio donde nosotros mismos somos el jurado, el juez, y el acusado. Obviamente, en este momento no somos del todo objetivos, pues “luchamos” por evidenciar esa serie de cuestiones que sustenten lo poco que valemos, sumergiéndonos en un círculo negativo que, realmente, nos puede llegar a hacer mucho daño.

En esa búsqueda de culpables muchos suelen mirar hacia el interior del hogar, a la infancia, a los padres. Una mirada acusadora que en lugar de provocarnos más preguntas que nos puedan ayudar a encontrar las respuestas que estamos buscando, nos limita.

Liberarse de esas ataduras mentales no es fácil, pues una baja autoestima significa que nos hemos dejado dominar por un sentimiento desfavorable de autovaloración, que, finalmente, ha girado en nuestra contra, de forma negativa, al haberlo tomado como una “verdad absoluta” y no como lo que realmente pudo haber sido: una opinión, respetada en todos sus sentidos.

Para tratar de solucionarlo, es preciso ser conscientes de aquello que realmente somos, y distinguir de forma objetiva y realista aquello que, o bien ahora, o en un tiempo atrás, nos dañó provocándonos debilidad con nosotros mismos.

En este caso, es necesario tomarse los juicios de los demás por simplemente lo que son: opiniones que intentan ayudarnos, o incluso hacernos daño. Siendo ecuánimes y examinando a la persona de forma realista, analizando fríamente si lo que querían nuestros familiares, padres o amigos era válido realmente, o quizá el fruto de un sentimiento desfavorable por parte de ellos.

A partir de este momento, podemos realizar un juicio crítico de estas actitudes, y reforzarnos mentalmente que, simplemente, yo soy lo que soy, y valgo simplemente por ser como soy; pudiendo cometer errores, pero de los cuales debemos aprender, y nunca decaer o debilitarnos por las opiniones de otros.

http://depsicologia.com/problemas-de-autoestima/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escapadas y Rutas