miércoles, 10 de diciembre de 2014

7 movimientos corporales que generan estados muy poderosos

La relación mente-cuerpo es indiscutible. 

Sin embargo, somos más propensos a pensar que nuestras emociones y pensamientos inciden en nuestro cuerpo y no nos damos cuenta de que también ocurre el proceso contrario. 

Nuestro cerebro escruta continuamente las señales que envía el cuerpo y, en base a ellas, también modula nuestras respuestas. 

Por eso, es posible activar determinados recursos psicológicos tan solo variando algunos aspectos a nivel físico.

 ¿Cómo lograrlo? A veces un simple movimiento o un cambio en la postura es suficiente.

1. Motivación. Tirar y atraer, estos simples movimientos actúan sobre tu motivación. Si alejas de ti un objeto este resulta menos apetecible y, por tanto, disminuye tu deseo de tenerlo pero si lo atraes hacia ti, aumentas su atractivo. ¿Por qué? Simplemente porque nuestro cerebro entiende que cuando apartamos un objeto es porque este nos resulta repulsivo o desagradable, por consiguiente, se activa realmente esta sensación. 

¿Cómo aplicarlo? Puedes aplicarlo cada vez que un objeto te resulte atractivo pero no quieras comprarlo o consumirlo.

2. Fuerza de voluntad. Aumentar la tensión muscular también incrementa la fuerza de voluntad. Te bastará aumentar la tensión de los músculos de los brazos o las piernas o agarrar con fuerza una pelota en la mano. Nuestro cerebro asocia esta rigidez muscular con la intención de permanecer en el mismo sitio, de no abandonar y, por consiguiente, también logramos hacer acopio de fuerza de voluntad.


¿Cómo aplicarlo? Cuando quieras evitar algo o cuando necesites mantenerte firme en una decisión.


3. Perseverancia. Siéntate bien derecho y cruza los brazos a la altura del pecho, este simple gesto te dará una dosis extra de perseverancia. Y es que nuestro cerebro asocia los brazos cruzados a una postura cerrada, lo cual implica que nos aferramos a nuestros criterios y no dejamos que factores externos nos molesten.

¿Cómo aplicarlo? Cuando estés inmerso en un proyecto complejo y piensas que estás a punto de abandonar.

4. Concentración. Utiliza tu mano no dominante, si eres diestro, por ejemplo, intenta realizar la actividad o al menos una parte de ella usando la mano izquierda. Normalmente las dificultades para concentrarnos se deben a que nuestra mente vaga y se mantiene ocupada con pensamientos que no tienen nada que ver con la tarea que estamos realizando. Sin embargo, usar la mano no dominante atraerá la atención de tu cerebro y este se verá obligado a concentrarse en lo que estás haciendo.

¿Cómo aplicarlo? Cuando estés involucrado en una actividad que te resulte poco motivadora pero que debes terminar a toda costa. También es muy útil cuando estás a dieta y quieres comer menos.

5. Persuasión. Existen numerosos trucos para ser más persuasivos pero uno de los más sencillos consiste en asentir con la cabeza. En práctica, mientras estás formulando la pregunta a tu interlocutor o haciendo la petición, asiente ligeramente con la cabeza. Si has logrado conectar con la otra persona, es probable que esta imite tu movimiento y, como resultado, aumentarán tus probabilidades de recibir una respuesta positiva.

¿Cómo aplicarlo? En cualquier contexto en el que necesites una respuesta afirmativa.

6. Sentido de culpa. Hay ocasiones en que un hecho casi intrascendente nos genera una sensación de culpa tonta, sin razón de ser. En esos casos, simplemente lávate las manos. Se ha demostrado que este simple gesto no solo nos ayuda a limpiar nuestra conciencia sino también a hacer borrón y cuenta nueva.

¿Cómo aplicarlo? Cuando sientas culpa por algo de lo cual no eres responsable.

7. Creatividad. Esta habilidad implica, sobre todo, ser capaces de pensar fuera de los límites. Por eso, cualquier movimiento inusual tiene el poder de activar la creatividad. Por ejemplo, puedes caminar un rato haciendo zigzag o cambiar por completo el orden de los pasos que conforman un hábito o una rutina cotidiana.

¿Cómo aplicarlo? Cuando necesites una dosis extra de creatividad y estés bloqueado.

Una aclaración final

Evita usar estas técnicas como si fueran antídotos o recetas mágicas. Es cierto que son muy eficaces y que pueden potenciar estados internos que te ayudarán a enfrentar los problemas pero no se deben utilizar para combatir las emociones negativas porque, a la larga, no funcionan. Estos trucos son tan eficaces precisamente porque juegan con los estereotipos y las creencias que tenemos pero si los convertimos en pan cotidiano, perderán el factor novedad y dejarán de ser eficaces. Por tanto, utilízalos como un as bajo la manga cuando los otros recursos no hayan funcionado.

http://www.rinconpsicologia.com/2014/08/7-movimientos-corporales-que-generan.html


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