miércoles, 27 de noviembre de 2013

Turbia polémica por las aguas del Lago de Sanabria

La junta de Castilla y León, junto con la Confederación Hidrográfica del Duero, desmienten los vertidos fecales, pero la EBI insiste en denunciarlos



En Sanabria se encuentra el mayor lago glaciar de la Península Ibérica, un importante ecosistema europeo que cuenta con las figuras de protección Red Natura 2000, Zona De Especial Protección Para Las Aves y Hábitat De Interés Comunitario Prioritario. Pero tan significativa protección medioambiental está en entredicho desde hace años. Según denuncias presentadas por la Estación Biológica Internacional (EBI), el Lago de Sanabria vendría sufriendo desde hace tiempo un proceso de contaminación como consecuencia del ineficiente sistema de depuradoras construidas en 2000. Siempre según esta asociación, estas instalaciones serían las culpables del vertido anual de miles de litros de aguas residuales en esta joya medioambiental de Zamora y primer Parque Natural de Castilla y León desde 1978.

La Junta lo niega

Desde la Junta de Castilla y León, por el contrario, siempre se ha negado esta situación, al igual que desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que en su página web calificaba de «tergiversaciones» las informaciones suministradas a los medios por la EBI. En la nota, la CHD dejaba claro que el estado del agua era «bueno» -en una escala de muy bueno, bueno, moderado, deficiente o malo- y desmentía que hubiese ordenado ninguna investigación. Según la CHD, lo que su presidente habría planteado en las Cortes de Castilla y León era que para intentar elevar el nivel del agua del lago de buena a muy buena habría que realizar otro tipo de análisis de nutrientes(fósforo y nitrógeno).

Distintos índices de valoración

Las informaciones de la EBI hablaban de «desmarque» de la CHD respecto de la postura de la Junta, y para ello se basaban en la propia calificación otorgada por la CHD a las aguas del lago como oligomesotróficas (nivel 2, en una escala que llega al 7), en lugar de la calificación de oligotróficas (nivel 1, excelentes) que obtuvieron en 2004. Pero la CHD puntualizaba en su nota que ese cambio se debía simplemente al empleo de distintos índices de valoración. El comunicado de este organismo terminaba diciendo que no comparte la opinión de la EBI de que la situación del lago no está relacionada con los nutrientes naturales procedentes de la cuenca (provocados por las cenizas de unos incendios de 2005). Más aún, la existencia de la diatomea Tabellaria Fenestrata que la EBI atribuía al muy mal estado del agua del lago, no tendría sentido puesto que, según la CHD, este alga «se encuentra presente también en lagunas de alta montaña sin ningún tipo de vertido humano».

Desde la EBI se sigue insistiendo, sin embargo, en que la contaminación se debe a «vertidos fecales» y que por ello el Lago de Sanabria ha llegado a perder hasta el 70% de su transparencia. Afirmación que apuntalaban con una nueva «disparidad imposible» de datos, esta vez entre el análisis de turbidez publicado por la Junta el 2 de septiembre de 2011, que daba una profundidad de visión de ocho metros, y el de la CHD, que la dejaba en 3,5 metros.


ALEJANDRO CARRA / MADRID
Día 27/11/2013 - 01.54h

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